viernes, 7 de mayo de 2010

La poesía española en el primer tercio del siglo XX

En este periodo de la poesía española destacaron tres poetas: Rubén Darío, Antonio Machado Y Juan Ramón Jiménez.

-La trayectoria de Rubén Darío tiene dos etapas: la etapa americana, destacando las obras Prosas Profanas y Azul; en su segunda etapaaparecen preocupaciones sociales, políticas y existenciales. La obra capital de este periodo es Cantos de vida y esperanza.

" El cisne en la sombra parece de nieve;
su pico es de ámbar, del alba al trasluz;
el suave crepúsculo que pasa tan breve
las cándidas alas sonrosa de luz.

Y luego en las ondas del lago azulado,
después que la aurora perdió su arrebol,
las alas tendidas y el cuello enarcado,
el cisne es de plata bañado de sol.

Tal es, cuando esponja las plumas de seda,
olímpico pájaro herido de amor,
y viola en las linfas sonoras a Leda,

buscando su pico los labios en flor.
Suspira la bella desnuda y vencida,
y en tanto que al aire sus quejas se van,
del fondo verdoso de fronda tupida
chispean turbados los ojos de Pan.
"


- La trayectoria de Antonio Machado se divide en tres etapas: la primera estuvo influido por el Modernismo (Soledades. Galerías y otros poemas); en su segunda etapa estuvo influido por las preocupaciones de la generación del 98(Campos de Castilla); y en su última fase adquiere una carga ideológica mayor con obras como son Nuevas canciones y De un cancionero apócrifo.

SOLEDADES

" He andado muchos caminos
he abierto muchas veredas;
he navegado en cien mares
y atracado en cien riberas.

En todas partes he visto
caravanas de tristeza,
soberbios y melancólicos
borrachos de sombra negra.


Y pedantones al paño
que miran, callan y piensan
que saben, porque no beben
el vino de las tabernas. ... "


-Juan Ramón Jiménez aspiró toda su vida a conseguir una obra perfecta mediante el trabajo riguroso y constantes. Sus obras capitales fueron Eternidades y Ninfeas.

ETERNIDADES

Eternidad, belleza
sola, ¡si yo pudiese,
en tu corazón único, cantarte
igual que tú me cantas en el mío
las tardes claras de alegría en paz!

¡Si en tus éstasis últimos,
tú me sintieras dentro
embriagándote toda,
como me embriagas todo tú!

¡Si yo fuese, inefable,
como tú en mi instantánea primavera,
olor, frescura, música, revuelo
en la infinita primavera pura
de tu interior totalidad sin fin!



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